La semana pasada os puse una entrada de cómo iniciarse en el paracaidismo y hoy os quiero hablar de como empecé yo. No voy a empezar como en la guerra de las galaxias, pero casi!! Y es que en aquella época no teníamos las «comodidades» de las que se disfruta hoy en día. Yo lo llamaba, el curso de supervivencia mental,llamado Curso de Apertura Manual. Lo que viene a ser algo parecido al AFF que hay en la actualidad, pero sin parecerse lo más mínimo. Vaya lío no? Dejadme que os cuente!
Antiguamente, en el Ejercito, las cosas eran de otra manera. Seguro que habéis escuchado esta frase miles de veces… 🙂 El curso duraba un mes y medio y tenía diferentes fases.
Primeramente, entrenabas durante una semana entera en suelo la posición de arqueo, una y otra vez. Me recuerda al Señor Miyagui diciéndole al pequeño Daniel San, lo de dar cera y pulir cera… No entendía muy bien la insistencia de tanto arqueo a todas horas, la verdad. También entrenamos salidas en seco, tirándonos en colchonetas. Y aperturas de paracaídas entre otras cosas. Teníamos clases de altimetría, meteorología, aerodinámica…
La siguiente semana, te subías al avión y empezaban los saltos. A diferencia de lo que existe hoy en día, que subes lo mas alto posible en los primeros saltos, cuando yo empecé era al contrario. Empezabas saltando a 1500 metros.
El salto consistía en salir por la rampa del T-12 del Ejercito del Aire, también conocido como Airbus C-212 Aviocar. Es el avión que utilizamos en la actualidad, osea que os podéis hacer una idea de lo bueno que es. Se trata de un avión con unas características buenísimas para practicar el paracaidismo. Es de fabricación española por Construcciones Aeronáuticas, S.A. (CASA). Os dejo algunas características de este gran avión no presurizado.
Tipo: Avión
Designación del fabricante: C-212
Designación del Ejército del Aire: T.12
Misión: Transporte
Primer vuelo: 26 de marzo de 1971
Entrada en servicio en España: 1974
País de origen: 1974
Fabricante: Construcciones Aeronáuticas, S.A. (CASA)
Dimensiones:
- Longitud: 15,22 metros
- Envergadura: 19 metros
- Altura: 6,32 metros
Peso:
- Vacío: 3.250 kg.
- Máximo al despegue: 6.000 kg.
Velocidad:
- Máxima: 380 km/h (160 nudos)
- Crucero: 275 km/h
Autonomía:
- Distancia: 1.920 km.
- Tiempo: 06:00
Motores: 2 garrett airesearch tpe 331 .
Techo máximo: 7.500 m.
Reabastecimiento en vuelo: No
Armamento: no
Como os decía teníamos que salir de espaldas por la rampa del avión dando un salto hacia atrás. Sin mas ayuda que la que te daba el instructor que te cogía la mano y te decía que saltaras. Si!! El primer salto lo das tu solito, sin nadie que te ayude. Por eso es que los alumnos AFF tienen tanta suerte. Te corrigen dos instructores y un tercero te graba en video que puedes revisar cuando llegas abajo, ver tus errores, etc. Pues en mi caso, esto no fue así. El instructor te daba la señal de saltar y tu saltabas, recuerdo que tenias que contar 8 segundos y tirar de la anilla, de nuestro paracaídas. Luego cuando llegabas a tierra te preguntaban, ¿qué tal? ¿cómo te ha ido?. Y tu como que no te enterabas de mucho… Solamente veías verde y azul.
Mi paracaídas durante los 14 primeros lanzamientos era el MAGISTER. Lo pongo en mayúsculas porque era tela marinera en todos sus aspectos. Los que lo hayan probado saben de lo que hablo. Se trata de un paracaídas de tipo redondo, preparado para apertura manual. Sería lo que era un TP2-B (Bravo), metido en una funda de tela que te protegía de quedar enganchado y con un mega muelle en la punta. Os pongo una foto para que os hagáis a la idea. La foto es de la Sala Histórica de la Escuela Militar de Paracaidismo Méndez Parada, que es donde se encuentra la cuna del paracaidismo en España. Os animo a visitarla porque os dejará con la boca abierta, la cantidad de recuerdos e historia que guarda dicha sala.
Este paracaídas es de activación manual con la anilla roja que veis a la izquierda y tenía un reserva de pecho también de tipo redondo, mas pequeño, creo recordar su nombre: LOPO, de color blanco y que también tenía su anilla roja. Similar a la siguiente foto.
Como AAD, usábamos un KAP-3 que era de fabricación Soviética, de activación cronobarométrica desarrollado para que se activara en un tiempo determinado y a una altura determinada. Recuerdo que teníamos que activarlo antes de saltar y hacia un ruido característico, cuando se activaba. Este dispositivo se utilizaba conjuntamente con el paracaídas MAGISTER y se llevaba en un bolsillo, lateral. Estaba diseñado para que a los 10 segundos de salir del avión se te abriera el principal automaticamente. Llevaba un cable de acero con tres ganchos, cada uno de ellos enganchado a las agujas que cerraban por atrás el paracaídas y cuando se activaba el dispositivo, pega un tirón de un par de centímetros, suficiente para que se produzca la apertura. Os pongo fotos del aparato.
Teníamos también, unos dispositivos auditivos llamados DYTTER que pitaban como un demonio y funcionaban de forma analógica. Te lo ponías en el casco y a veces de los nervios ni los oías. Tenían una ruleta que cuadrabas con la altura de apertura. Y llevaban pilas de botón dentro.
También teníamos altímetro!! Lo que pasa que era como un reloj de cuco en el brazo. Con unas dimensiones XXL os presento mi altímetro analógico 😉
El traje que llevábamos era un mono de trabajo de doble cremallera de color rojo. Y llevábamos un PORTEC del mismo color y con gafas de salto normales. Vamos que se nos veía a la legua!! 🙂
Como veis era tecnología máxima 🙂 Igualito que lo que hay hoy en día.
Bueno siguiendo con el salto, que al final os hago un lío… Pues eso, que los 14 primeros saltos los hacías tu solito con MAGISTER y te iban subiendo la altura según ibas progresando. Mi primer salto lo recuerdo como si fuera ayer… El avión a una altura de 1500 metros (5000 pies) y recuerdo que la rampa del avión que era como un campo de fútbol de larga, interminable. Daba pequeños pasitos hacia atrás para colocarme justo en el filo, con las puntas de los dedos. El instructor me cogía de la mano y yo trataba de mantener el equilibrio manteniendo una posición de arqueo, todo pasaba como a cámara lenta. Salí de espaldas, como os contaba antes, con los ojos mirando al infinito y el arqueo mas grande que mi cuerpo llegara a tener jamas, de haberlo entrenado durante una semana… vi como se alejaba la silueta del avión, lo vi todo azul y después marrón-verde sin distinguir paisaje alguno. Conté ocho segundos y tire de mi anilla roja del principal. De repente y sin poder contar 1001,1002… BOOM!! se abrió esa campana de unos 80 pies redonda de un color verde intenso y me vi colgado a 1000 metros de altura (3300 pies), sin mas sonido que el KAP-3 todavía sonando como una carraca y activándose al poco tiempo PLAS!! En ese momento que estaba balanceándome con mi campana, estaba extasiado de felicidad, sin ser consciente de lo que había hecho en realidad. Caí al suelo a mas de 6 metros por segundo, bastante fuerte! Ni hice el volteo que había aprendido durante semanas, ni nada. Me quede inmóvil de pie, mirando mi paracaídas en el suelo, miraba hacia arriba a mis otros compañeros que estaban aun descendiendo… Fueron como 5 minutos de sock en los que estuve analizando lo que acababa de hacer… Mi recogida de paracaídas y mi camino al punto de encuentro fueron con una sonrisa en la boca, que me duró todo el día, mas todavía cuando lo celebramos al final del día.
Cuando llegué al suelo me dijeron mis instructores que solo había contado como 3 segundos, jajajajaa, pero eso ya me daba igual!!
Había sido capaz de saltar por mi mismo!!!
Continuando con mi progresión, recuerdo que cuando llegue a 1800 metros (6000 pies), empecé a coger un poco de giro a la derecha, sin saber muy bien por qué. El caso es que en aquel entonces, los instructores te decían lo que te pasaba, pero no te daban las correcciones correctas o necesarias para corregirlo. El caso es que repetí salto tres veces y en mi última oportunidad para continuar el curso, ese tercer salto lo recordaré toda mi vida… Justo cuando me disponía a salir por la rampa del T-12, el instructor que estaba conmigo en la rampa, de una manera imprevista y tan rápida que no me dió tiempo a reaccionar, me cogió y me lanzo por la puerta lateral. De repente noté un viento fuerte de motores, que inexplicablemente me colocó sin dar ni un solo giro a derechas. Increíble pero cierto!
Después de ese tropiezo en el camino, mi vida fue mucho mejor y empecé a disfrutar de verdad del paracaidismo, hasta que no hice un volteo en uno de los últimos saltos con campana redonda y me torcí el tobillo. Me tocó terminar el curso con un esguince leve, pero no iba a renunciar a un curso que llevaba tanto tiempo esperando!!
Después de esta primera fase, llamémosla de «estabilización», empecé a saltar con el MT1-X, un paracaídas táctico de 7 celdas y color gris en su conjunto. Se utilizaba antiguamente para saltar con equipo de oxígeno y mochilas. Cuando cogí por primera vez esa campana «cuadrada», aluciné! Podía ir de un lado a otro del espacio aéreo y aterrizar donde quisiera!! Ya estaba saltando a 2200 metros (7200 pies) y recuerdo que en mi primer salto, me sorprendió la velocidad a la que tomaba tierra, acordaos que solamente había aterrizado con campanas redondas… y después de dar tres largos pasos para tomar tierra al final clavé las rodillas en el suelo, sin novedad.
La cosa se iba poniendo interesante y los ejercicios de caída libre se iban complicando. Giros de 360º, looping hacia atrás y hacia delante, flechas para derivar… Hasta que me colocaron un mochilón de no recuerdo cuantos kilos. Me dijeron ábrete y no tendrás problema!! y así hice… complete mis saltos tácticos y exteriores sin mayor problema. La última semana estuvimos haciendo pequeñas estrellas entre alumnos e instructores. Como sabéis que me gusta dejaros algún video para que no todo sea leer, os subí una de las estrellas 😉
Pues aquí tenéis muy por encima como fue mi curso, seguro que los veteranos que leáis estas lineas os suena de algo y para los nuevos que empezáis, deciros que este deporte ha evolucionado muchísimo, sobre todo en el tema de la instrucción. Ahora tenéis todos los medios a vuestro alcance, para superar vuestro curso en muy poco tiempo. En ocasiones, con un fin de semana tendréis suficiente, mientras que yo me tiré un mes y medio. Vosotros con apenas 7 saltos, tendréis vuestro curso, mientras que yo me hice 51.
Bueno espero que os haya gustado mi pequeña historia y os animo a todos los que estáis pensando en hacer el curso de AFF, que os apuntéis!! Es una sensación que solo los que hemos saltado sabemos y que no se puede explicar con palabras y entraréis en una familia que es cada vez mas grande. Un saludo a los suscriptores, Facebook, Twiter y ahora me tenéis en Instagram también poniendo fotitos. Dejadme vuestros comentarios abajo y sed felices!!
¡¡¡¡Menudo curso nos pegamos!!!! ¡¡¡Que tiempos!!!
Vueltas y mas vueltas hasta que milagrosamente te quedabas estable.
Magister y MT1-X … dos grandes joyas.
¡¡¡Igualito que ahora!!!
Abrazos.
Awesome post! Keep up the great work! 🙂
Los paracaidistas civiles, no pueden entender el inicio en el paracaidismo desde el punto militar. Jajaja, llévalos a que se tiren de la Torre o a pegar culadas en la grava y volteos; o los rebufos del Hércules, T10. Es otro mundo.